La leche condensada está buenísima pero su alto contenido de azúcar la convierte en prohibitiva para muchos. Y es que para su preparación se elimina el agua de la leche y se añade mucho azúcar. Este ingrediente queda genial en repostería. Galletas, bizcochos, quesillos o flanes, helados, y hasta el café bombón, todo queda delicioso con leche condensada.
Ingredientes
250 ml de leche sin lactosa (o la que uses)
250 gr de leche en polvo
3 cdas de edulcorante
Preparación
Es tan fácil como llevar todos los ingredientes a la batidora de vaso o licuadora y mezclar durante 3-5 minutos. Verás como su textura se vuelve más cremosa. Lleva a un recipiente, cubre con papel film o tapa y deja enfriar en la nevera mínimo 2 horas. Y ya la tienes, la leche condensada casera debe tener ya la consistencia más espesa y cremosa y su sabor no tiene nada que envidiar a la leche condensada tradicional.
Puedes usar cualquier tipo de leche. Yo ya la he preparado con leche semidesnatada y con leche desnatada sin lactosa y el resultado ha sido el mismo, muy cremosa y densa.
Se puede consumir como topping de cualquier postre o como ingrediente de una receta dulce, sustituyendo la leche condensada tradicional por mi leche condensada casera.

Fuente: http://sabrinaseaofcolors.blogspot.com.es/
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