Sopa de Cuaresma de las clarisas


Una delicia tradicionalmente elaborada en los conventos de clarisas durante este tiempo litúrgico, rica en nutrientes porque lleva bacalao, pan, especias y varios vegetales
Las sopas son una receta tradicional de los conventos durante la Cuaresma. En este caso traemos la sopa de cuaresma con bacalao, un pescado muy utilizado por las hermanas clarisas en estas fechas especiales.

Empezamos la Cuaresma, un tiempo para reconciliarnos con Dios, de reflexionar sobre nuestras acciones; así como también de caridad, de rezar, de ayunar, de pedir perdón y de agradecer por los alimentos que Dios nos regala cada día.

Como dijo el papa Francisco el Miércoles de Ceniza de 2020: «El tiempo de cuaresma es un tiempo de gracia, para acoger la mirada amorosa de Dios sobre nosotros y de esta manera cambiar nuestras vidas».

Es un buen momento para valorar lo que tenemos, de hacer cambios en nuestra vida por ejemplo, en nuestra alimentación para mantener una buena salud y cuidar el templo de Dios que es nuestro cuerpo.

Una forma de llevarlo a cabo es haciendo un buen uso de los alimentos que Dios no ofrece, no desperdiciando nada, elaborándolos de forma que aprovechemos todos sus nutrientes, guardando lo que no vamos a consumir o compartirlo con alguien necesitado.

Esta preparación es un ejemplo de ello. Se utiliza sopa de pan (que si ya la tenemos guardada de otra ocasión mejor) e ingredientes sencillos pero nutritivos. Es una receta económica para empezar la Cuaresma comiendo juntos en familia.

Sopa de cuaresma
Ingredientes:
2 patatas
1 Cebolla
150 gramos de bacalao
1 hoja de laurel
1 diente de ajo
Pimentón
Pimienta negra molida
1 plato de sopa de pan tostado
Aceite
Sal

Preparación:
En una cazuela o sartén se pone un poco de aceite y se fríe la cebolla, picada muy finamente. Sin llegar a dorarla se añaden las patatas, peladas y cortadas en lonchas finas.

El bacalao, después de escaldarlo, se parte en trozos muy pequeños, quitando las espinas y pieles. Se une al preparado de la cazuela, poniendo una hoja de laurel y un poco de pimentón. Y se cubre con un poco de agua y caldo de escaldar el bacalao y se deja cocer despacio.

Se hace un majado con un diente de ajo, y un poco de pimienta y se incorpora al preparado anterior, manteniéndolo un momento en el fuego para agregar las sopas de pan. Se mete la cazuela al horno unos instantes y se sirve bien caliente.

Receta del libro Cocina de los Conventos, página 21.

Valor nutricional:
En esta receta se utiliza una técnica culinaria llamada escaldado. Seguramente en casa se utilizó en algún momento sin saber su nombre, por ejemplo para pelar tomates.

Consiste en sumergir un alimento en agua hirviendo durante un breve periodo de tiempo, entre 30 segundos y 2 minutos.

Este método tiene varios usos: ablandar un alimento, facilitar el desprendimiento de la piel de un vegetal, retirar excesos de sal e impurezas, quitar el sabor amargo, reducir el volumen de los alimentos, o precocinarlos para luego congelar.

Es necesario que luego de hacer el escaldado se sumerja en agua fría el alimento para cortar la cocción.

Uno de los ingredientes de esta receta a destacar es el bacalao, este pescado es muy utilizado en la cocina y además es un alimento de gran valor nutricional. Se trata de un pescado blanco, más magro que los pescados azules y se puede consumir fresco o seco.

Ambos tipos de bacalao aportan a nuestra dieta proteínas de alto valor biológico, y presentan un bajo índice glucémico. Esto lo hace un alimento muy recomendable para las personas diabéticas, principalmente el bacalao fresco.

Dos diferencias a destacar entre los bacalaos fresco y seco son, por un lado, el aporte calórico que es bastante alto en el pescado seco, y por otro, que también presenta un alto contenido de sodio ya que se utiliza este mineral para su conservación.

Por lo tanto, para aquellas personas que presenten retención de líquidos o hipertensión la opción más recomendable es el bacalao fresco.

Otros ingredientes que marca la receta son vegetales como la papa, la cebolla y el ajo. Alimentos muy saludables, ricos en vitaminas y minerales que enriquecen no solo la preparación sino también nuestra alimentación y por esta razón no pueden faltar en esta olla.